dijous, 8 de novembre del 2012

Las desmesuras del Poder.

La irresponsabilidad..- Las alcaldadas de la alcaldesa no son alcaldadas puesto que vienen de antes; son botelladas. Oponerse al matrimonio gay con el ejemplo de las peras y las manzanas; bailar "Macarena" el día del homenaje a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA; tomarla repetidamente con las prostitutas, los mendigos, los que buscan comida en la basura; interpretar La Cenicienta en clave de la Sección Femenina de Pilar Primo de Rivera. Botelladas. La dimensión auténtica del personaje la ha dado la desgracia del Madrid-Arena: un local de macrofiesta sin licencia ni autorización alguna en donde, al parecer, se amontonaban 23.000 personas según la policía, más del doble del aforo permitido y en el que han muerto cuatro muchachas aplastadas, una de ellas menor de edad.
Estamos acostumbrados a que estas catástrofes cojan a los gobernantes del PP entregados a alguna actividad lúdica que no interrumpen. Así, cuando el Prestige, Cascos estaba practicando el deporte preferido del caudillo, la caza. Cuando medio país ardía este verano, el ministro Arias Cañete estaba viendo los toros. El caso de Botella supera todo lo anterior: estaba disfrutando de unos días de descanso en un exclusivo y carísimo lugar de Portugal, frecuentado por los señores del dinero que son quienes en realidad gobiernan; interrumpió su solaz para volver a Madrid a prohibir las macrofiestas, igual que Jerjes mando azotar el Helesponto y, sobre los cadáveres de las tres jóvenes fallecidas en primer lugar, tomó de inmediato las de Villadiego, camino del esparcimiento y el relax, dejando detrás una situación explosiva. Si esto no es una causa más que suficiente para presentar una dimisión fulminante por insensibilidad e irresponsabilidad mayúsculas, no se sabe qué pueda serlo.
La arbitrariedad. Cospedal de la Mancha, lustrosa zagala que, como nueva Aldonza Lorenzo, igual ahecha la mies que apacienta unos gorrinos, lleva todos los meses a casa unos 20.000€. Justo salario a sus esfuerzos por economizar gastos en su predio a base cerrar urgencias sanitarias, suprimir cientos de empleos y dejar sin paga fija a los diputados de la oposición. No así a los mozos de su cuadrilla, a los que ha colocado, según parece, con sueldos de cine, de unos 70.000€ anuales, que ya los querría algún presidente (socialista) del gobierno. ¿Criterio de adopción de medidas? La pura discrecionalidad de la dama. Y los afectados pueden darse con un canto en los dientes de que no los obligue a rezar todos los días el Veni Creator.
El abuso. Estaban los estudiantes manifestándose con más o menos algarada cuando la policía cargó sin grandes contemplaciones. Además, se llevó detenido a un joven que estaba grabando en vídeo la escena. El director general correspondiente, Cosidó, había advertido de que iba a reformar la normativa pertinente para impedir que se grabe a la policía mientras hace su trabajo. La norma no se ha cambiado aún, pero ya se detiene a la gente por grabar. Es la llamada justicia de Peralvillo en donde primero se ejecutaba al reo y luego se le instruía el proceso. Prohibir la grabación de la policía en acción es presuponer que siempre actúa de acuerdo con la ley y jamás abusa, lo cual es falso, como todo el mundo sabe. La policía tiene una evidente tendencia a extralimitarse y hacerla opaca es decirle que puede extralimitarse más porque es impune. No sé si a Cosidó se le alcanza esto pero alguien debiera aconsejarle que considere la posibilidad de dimitir.
El fanatismo. A tono con la portada de La Gaceta que reza: será constitucional, pero no es matrimonio, el ministro del Interior declara:  "Sigo creyendo que el matrimonio es la unión de hombre y mujer". Es el alma autoritaria, totalitaria, al desnudo. Crea usted lo que plazca, buen hombre. Como si quiere usted creer que la tierra es plana o que los niños vienen de París. Una sentencia de un Tribunal, aunque sea especial, como este, no es un artículo de fe que diga lo que hay que creer o no creer; es un mandato que dice lo que hay que hacer o no hacer, que no es lo mismo. En concreto, lo que usted no puede hacer es obligar a los demás a creer lo que usted cree. Dado que los homosexuales tienen el mismo derecho que los heterosexuales a que usted respete sus decisiones, crea usted lo que crea, ¿por qué no nos ahorra su declaración de creencias? ¿O es que quiere usted ir en contra de la decisión del Tribunal Constitucional?
(La imagen es una foto de PP Madrid, bajo licencia Creative Commons).